Las energías renovables son o deben ser el futuro, pero un país asfixiado por las deudas y el paro no se puede permitir 5.000 millones al año en primas para su producción, una cifra que se ha convertido en la causa oficial de la elevada tarifa eléctrica.
Así ha justificado el ministerio de Industria, Turismo y Comercio la supresión las ayudas que recibían los productores de este tipo de energías. Como contrapartida, el Gobierno está confeccionando un modelo de autoconsumo, pendiente del desarrollo de varias normativas, para impulsar las renovables en el ámbito ‘doméstico'. Nuevamente el Ejecutivo pisa fuerte y se atreve con la cuadratura del círculo: suprimir las ayudas estatales, reduciendo así el coste de la electricidad para los consumidores, sin herir de muerte la industria de las energías limpias.
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